El secretario estadounidense de Defensa, Pete Hegseth, se reúne este martes con el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, y otras autoridades del canal interoceánico, en medio de las tensiones por la vía tras las intenciones manifestadas por Donald Trump de «recuperarlo» debido un supuesto control chino sobre la misma.
Hegseth fue recibido por el ministro de Seguridad Pública de Panamá, Frank Ábrego, a las puertas del Palacio de las Garzas, la sede presidencial en Ciudad de Panamá, donde se llevó a cabo esa reunión con el presidente panameño, el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez; el ministro del canal, José Icaza, y otros ministros, según información del Gobierno panameño.
La agenda de Hegseth incluye hoy la visita a dos antiguas bases militares de Estados Unidos en Panamá y un recorrido por las esclusas de Miraflores del Canal de Panamá, la entrada del Pacífico. Además, hay previstas manifestaciones en contra de la presencia del alto funcionario estadounidense.
Así, el secretario estadounidense de Defensa participará el miércoles en la Conferencia de Seguridad de Centroamérica (Centsec), de la que EE.UU. y Panamá son coanfitriones. Esa reunión anual, patrocinada por el Comando Sur, se lleva a cabo en Panamá entre este martes y miércoles para centrarse en la defensa de la región mediante operaciones conjuntas y ciberseguridad.
También tiene previsto reuniones con líderes civiles, militares y de seguridad de los países socios, en una serie de reuniones bilaterales que, según Washington, impulsarán los esfuerzos en curso para fortalecer la asociación de EE.UU. con Panamá y otras naciones centroamericanas hacia la visión compartida «de un hemisferio occidental pacífico y seguro».
En el marco de la conferencia, el Departamento de Defensa de EE.UU. y el Ministerio de Seguridad Pública panameño ha realizado entrenamientos conjuntos para fortalecer las capacidades y seguridad de ambos países y la región, bajo «el más alto respeto al pueblo panameño y la soberanía de Panamá», informó la Embajada estadounidense.
Precisamente, la soberanía de Panamá ha centrado en los últimos meses el discurso del Gobierno de Mulino frente a la diatriba de Trump contra la vía interoceánica, que EE.UU. construyó a inicios del siglo XX y operó durante más de 80 años, hasta su traspaso al Estado panameño el 31 de diciembre de 1999.
Trump ha argumentado que la presencia de un operador hongkonés en dos de los cinco puertos situados en torno al Canal suponen un control chino de la vía, por lo que EE.UU. debe recuperarla en pos de su seguridad nacional.
Inclusive, tildó de victoria de su Administración el anuncio de que el gestor de activos estadounidense BlanckRock acordó con la hongkones CK Hutchison la compra de los dos puertos, una transacción que se ha retrasado por una investigación del ente antimonopolio chino y que las empresas han desligado de aspectos políticos.
Mulino ha respondido sostenidamente que el Canal «es y seguirá siendo panameño» y ha negado que China o cualquier otro país del mundo influya en su operación, que está en manos de la autónoma Autoridad del Canal de Panamá.
El presidente panameño también ha tenido que aclarar que «no habrá bases militares de ninguna potencia, sea EE.UU. o de cualquier otra parte del mundo» en Panamá, para desmentir la existencia de una supuesta carta del Gobierno estadounidense en la que se plantean opciones para administrar el Canal o establecer militares en el país, como indicó la prensa local.
En Panamá, un país que abolió su Ejército en 1990 tras la invasión de Estados Unidos en diciembre de 1989, no existen bases militares estadounidenses en razón de los Tratados Torrijos-Carter de 1977, que establecieron la transferencia del Canal y de los que forma parte el Tratado de Neutralidad vigente desde el 1 de octubre de 1979 que rige a la vía acuática.
El Pentágono negó el pasado 14 de marzo que vaya a haber cambios en su presencia militar en Panamá pero sí destacó que se está trabajando con ese país en distintas maniobras militares conjuntas, algo que ya contemplan los Tratados Torrijos-Carter, para respaldar las prioridades de seguridad nacional del presidente Trump.